
La historia de cómo Aidan Dwyer, que aún está en el instituto, ha conseguido crear un sistema que mejora las actuales técnicas para conseguir energía a través del Sol es más propia de una película de cine que de la realidad.

Al preguntarse por la razón de estos patrones en la ramas de los árboles, Alain pensó que podía estar relacionado con la cantidad de luz solar que recibían las plantas.
Para comprobar su teoría construyó dos paneles con células fotovoltaicas. El primero con la forma plana de los actuales paneles, y el otro con un nuevo diseño basado en los patrones de las ramas, según informa el portal ciencias.es.
Hasta un 50% más eficiente

"Los resultados más interesantes se produjeron en diciembre, cuando el Sol estaba en su posición más baja en el cielo. El diseño en forma de árbol produjo un 50% más de electricidad, y el tiempo de recolección fue un 50% superior", asegura Aidan en su artículo publicado en la web del museo de Historia Natural.
En las plantas de energía solar se utilizan paneles planos que recogen la luz del Sol. Pero el astro no se queda quieto en el cielo, sino que se mueve constantemente, con lo que los paneles pierden eficiencia. Algunos sistemas utilizan paneles móviles para recoger mejor la luz, pero supone un gasto de energía.
"La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para ayudar a los árboles a seguir el movimiento del Sol en el cielo y recoger la mayor cantidad de luz, incluso en los bosques más tupidos", afirma el niño.
La evolución eligió la secuencia de Fibonacci para recoger la mayor cantidad de luz
Sin embargo, a pesar de que las conclusiones del estudio de Aidan pueden ayudar a mejorar la energía solar, él mismo reconoce que aún hay muchos interrogantes acerca de la secuencia de Fibonacci que quedan por resolver.